¿Qué necesita una relación para que fluya y cree bienestar?
Son muchos los hombres y mujeres cargados de lamentos y frustraciones ante los retos que presentan las relaciones en los diferentes ámbitos de la vida. Y dichas frustraciones se dan, frecuentemente, por las diferencias en estilo de vida, en deseos e inclinaciones de uno y de otro.
Me voy a enfocar en las relaciones de pareja, aunque esto aplica a relaciones laborales y relaciones entre amigos también.
Existen ciertas condiciones que harían dichas relaciones más exitosas, más saludables, y por ende, traería momentos de mucho crecimiento y bienestar a los miembros que la componen, y a continuación las enumero…
- La relación tiene que fluir sin muchas complicaciones, y más bien debe darse sin más esfuerzo que el de su propia naturaleza. Un ave y un pez pueden casarse, la pregunta es ¿dónde harán su nido?
- Aunque la relación se vive de a dos, tiene que fluir entre los sistemas familiares de ambos. No es verdad que solo nos unimos a la persona que amamos, también nos unimos a todo su sistema. Y los integrantes de dicho sistema merecen un lugar y un reconocimiento de ambas partes.
- Tiene que existir la complicidad, la apertura, la seguridad. Cuando se pierde esa seguridad, cuando ya no te sientes en compañía de ese único, de esa única, la danza comienza a fallar, y ya no se encuentra el ritmo que les permita ir al compás de ambos tiempos y disfrutar el recorrido.
- Que no necesites “cuidarte”, que no temas del otro, que tengas la plena confianza que te permita conectar de corazón a corazón, desde esa sintonía donde sabes que el otro nunca te va a dañar y que tú harás lo mismo.
- Que puedan crear un espacio en donde cada uno se ponga al servicio del “tú” y el “nosotros”, y en donde el “yo” exista para potenciar su sana autoestima y su compromiso con el bienestar y la plenitud.
- Que puedas ver al otro a través de tus luces y no a través de tus proyecciones y tus heridas. Sólo así podrás reconocerte en el otro y podrás desear que ese otro esté bien, que ese otro siga sus anhelos, aunque en dichos anhelos no te incluya a ti, aunque haya elegido no elegirte más.